1 Asociacion Cultural Carlos Cano: SEVILLA

jueves, 6 de agosto de 2009

SEVILLA




SU HISTORIA



El origen de la antigua Hispalis romana es oscuro e incierto. Hay varias teorías sobre la raíz etimológica de su nombre, ya que unos aseguran que es hebreo o fenicio. Estrabón la llamaba Hispalis y Betis y San Isidoro en sus Etimologías explica que la ciudad ocupaba un lugar pantanoso, y que las viviendas aseguraban sus cimientos con pilotes o estacas. Sea cual fuere su origen, parece cierto, que debió pertenecer a la organización política, cultural y económica de Tartesos, como lo demuestran lo yacimientos arqueológicos encontrados en sus límites (Tesoro del Carambolo ).

Hacia el 500 antes de Cristo, la civilización tartésica fue destruida por los cartagineses, que establecieron lazos comerciales con griegos y fenicios.

Con la batalla de Ilipa (Alcalá del Río), en el 206 a de C, Cartago es derrotada durante la segunda Guerra Púnica, y comienza la dominación romana. Híspalis pasa a formar parte de la Hispania Ulterior, y luego de la Bética, que engloba más tarde las tierras de la Baeturia ( casi toda la provincia actual de Sevilla). Híspalis era uno de los cuatro conventos jurídicos en que se dividía la Bética. Aquí fundó Julio César la Colonia Julia Rómula, dotándola de murallas y costruyendo en su interior dos ciudades. La ciudad era un importante centro comercial, en tanto que el centro político radicaba en Itálica. Híspalis tuvo leyes propias y fueros, fue capital de la Bética romana y residencia de los gobernadores y magistrados superiores.

Luego, en tiempos de los visigodos fue residencia del príncipe Hermenegildo y foco principal de la sublevación político-religiosa contra el rey Leovigildo, quien sitió la ciudad en el año 583. Después de la muerte de Hermenegildo dejó de ser corte de los reyes godos.

El año 712 fue conquistada por los árabes que la llamaron Isbiliya, de donde procede su nombre actual. Durante el periodo del califato, Sevilla pasó a depender de Córdoba, siendo una de las ciudades más importantes de Al-Andalus.

En Sevilla se fraguaron diversas religiones contra el poder de los Abderramanes, y en el 844 la ciudad sufrió una incursión de los normandos, que pasaron a cuchillo a casi todos sus habitantes y saquearon edificios hasta que Abderramán II logró rechazarlos. Hubo más tarde guerras civiles, siempre motivadas por el deseo de lograr la independencia, hasta que Abu-el-Kasem logró la soberanía de la ciudad, con lo que se instauró el reino musulmán en Sevilla, que duró 70 años, durante los cuales gobernó la dinastía Beni-Abed.

Vino después la dominación almorávide en el siglo XI, seguida en la centuria siguiente por los almohades, que embellecieron y organizaron grandes empresas en la ciudad.

Durante la época árabe, Sevilla floreció en ciencias, artes, comercio, y sus escuelas eran célebres en el mundo entero.

Hay un tratado de Ibn Abdón, donde se recogen noticias sobre la Sevilla en el siglo XII. Allí se dice que “sigue siendo una ciudad floreciente”.
Que el abastecimiento de agua lo realizaban los aguadores, ( aunque más tarde los almohades construirán un acueducto desde Alcalá de Guadaíra. El transporte de mercancías se hacía por el río y por tierra.

Fueron los almorávides los que introdujeron el uso del velo sobre el rostro.
Los mozárabes tenían que vivir en Triana, y los barqueros no debían admitir a nadie “ con envases para comprar vino a los cristianos”.
" Historia de Andalucía"

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